viernes, 7 de octubre de 2011

Camelias


Camelias

Ellas florecen cada invierno,
desfilando bajo grandes fríos.

Estrellas de una galaxia verde,
a sus despertares nacen violines,
el rocío de damas luce alegre,
de mis ojos son dulces serafines.

Afrodita las coge y modela
por las pasarelas del Olimpo,
de la Pachamama son rojas velas,
cuando llegan penas las hago libros.

Ellas no florecen en mi verano,
han decidido tomar vacaciones.

No todo adiós inicuo se torna,
ni todo nublado día es penoso,
mátices cósmicos de mil trombas
llevan el sueño a cansados ojos.

Agora vuestro sueños velaré
ya que vosotros hechizáis almas;
duerme y viaja, estío de miel,
mi Proserpina cada tarde os canta.

Ella no florecen en el otoño,
preparan su ascenso a la gloria.

Vosotros lucháis por otro despertar,
morais en un capullo de dulce luz
que pocos poseen en la actualidad
de fábrica y un mar que no es azul.

Soñáis con vuestros días de cortesana
en Avalon y sus grandes castillos,
en el corcel de la reina Ana...
Para los necios es juego de niños.

Ellas han vuelto a florecer,
el Rey Invierno las coronará.

Adornáis el escudo de Alatriste,
la Pincoya os lleva en el pelo
paa luego en rayos convertirse
volando desde Cuzco hasta Tebas.

Los nichos de nobles y no tan nobles
vestireis con mil mágicas caricias,
obras de arte en parajes pobres,
remolinos de una y mil albricias.

Camelia de mi triste invierno,
el espejo dice que sois la más bella,
floreceis en mi cielo e infierno,
regalando explosiones de estrellas.


lunes, 12 de septiembre de 2011

Escritos Quijotescos de Amadís


A veces es mejor abrazar a los sueños y a la imaginación que tenerlos por cuentos de hadas que revolotean en la mente de ilusos.

En compañía de mi amigo Sancho hemos de recorrer aqueste teirra, desfaciendo entuertos y procurando librar al mundo del mal… Todo esto y más en nombre de la sin par Dulcinea del Toboso, la dama de mis deseos, la que hace que mi corazón brille más que un amanecer, la que gobierna en un reino de oro y luz que nadie ha visto, la que se alza como la destinataria de mis versos y estocadas.
¡Gigantes he de mutilar con el brillo de mi espada! ¡Y pobre de aquel que ose insultar a mi señora que es noble, de gran fermosura y dulce como el cantar de ninfas que se bañan en algún río castellano!
¡No hay ventas ni posadas! Sólo veo castillos  y ciudadelas pertenecientes a grandes señores y cada día los sabios encantadores insisten en jugarme feo. ¡Aún así los arropo con la derrota y sigo incólume de alma!
Vestiré un acero hecho de vuestras últimas caricias y mi espada y mi corazón será sinónimos. ¿Un equino raquítico y famélico decís, oh gentilhombre? ¡La lengua os hurtaré y se la arrojaré a las serpientes! Ni el gran Amadís de Gaula ha montado un corcel mejor y su nobleza y magia es equiparable a la de pegaso.
Empero, nadie lucha por nada. Todos se acunan en la comodidad y el sedentarismo. Pocos salen en busca de aventuras. Escaso es el espíritu de amistad y nadie lucha con espada. Agora prefieren besar con muerte desde una distancia prudente, como cobardes.
¡Lontananza ya no es la misma! A lo lejos veo bandadas de pájaros metálicos que como céfiros de muerte lanzan huevos que provocan gran dolor y las ciudades son derivadas a la ruina en cuestión de segundos.
Nada dura lustros, nada dura décadas… Todo es un bucle que va y viene. Me lanzo al mar y llego al Nuevo Mundo en horas. Me lanzo al cielo y llego a Cipango en horas.
¡Mi espíritu no halla compañía! Dulcinea se cansó de vivir en el Toboso y quiso irse a Madrid y ahí se la pasa: No estudia, parrandea y cobra derechos de autor por los libros y películas que hacen uso de su persona. Así vive, en el lecho de las drogas y el reguetón. Su magia se fue con el medievo de los tiempos….
Los otrora empolvados caminos lucen el maquillaje del hormigón y el alquitrán. Los ríos son el cobijo de los residuos de alguna fábrica y la tierra ya no es y no volverá a ser la misma.

Las mariposas no volverán a este lugar a menos que yo venza en ardua lid a un gigante más grande que Caraculiambro…
Voy a la deriva de los sueños junto a mi amigo y escudero, Sancho Panza. El destino pocas veces nos sonríe pero nuestra fuerza de voluntad y el amor nos da nuevos bríos para continuar infatigablemente.



domingo, 11 de septiembre de 2011

Concierto


Concierto

Concierto en sol Mayor
al son de sol-dados,
dados a la sol-edad
que soltados son jugados
en una edad de dados,
donde matan los soldados
que solventan la soledad.

Son solos de sol-edad,
la edad más cruenta.

Concierto en Re Mayor
para recordar cortes
que recitan enamorados
que son re-citados,
retomando su tinte morado
como el de los que toman
y no se han enamorado.

Son riffs en re-cuerdos,
para lúcidos y no tan cuerdos.

Concierto en Do Mayor
para domar al gran mar,
portentoso y encabrita-do
sobre cabritas de Poseidón
que dejan hasta el alma calado
al que está siendo quema-do,
quema y quema mi agua de do.


Son arpegios en do-maduras,
maduras ninfas y otras de cabezas duras.

Es un concierto en Mi, jamás mayor,
para mirar desde las minas
a los que minan con miradas,
mil erradas mortecinas minas
que al pisar muertes mitigan.
Mil misterios en mi histeria,
mil misas grises para milicos.


Es una cantata en mi Mi,
mirar de misántropa afrancesada.

Es un concierto en la Mayor,
lapislázuli en lápices del Papa,
laureles secos para el africano,
lava en mi airado volcán,
lanzas en la tierra de Jesús,
latigazos bajo el capital,
lástima el que no piensa me da.

Es una sinfonía de la Mayor
para las lacras de mis lagos lavar.


Es un concierto en Do mayor,
donde solda-dos soldan,
donde los dones no se donan
porque todos se han vendido
al mercader más desposeído,
que al gran dolor ha soltado
en forma de un soldado.

Es una canción en do, dos lunas
que mi esperanza han liberado.


Es un concierto en Amor Mayor, Muy mayor,
para amarte de aquí al sol
cuando Hades invada este mundo,
para amar al perro sin casa
que de las calles es gran señor.
Amor, amor, cri-sol de mi luz
bañada por mi tímida canción.


Amor, incognoscible bajo su ropa,
canción no perecible, levanta su copa. 



Escrito por Sebastián, Príncipe Amadís.





Guindas

Esto lo encontré en mi cuaderno de Castellano de Tercero Medio y lo pasé hace algún tiempo al computador


Guindas


Son odaliscas de ensueño
que van a parar a mis mares,
luchando con deguello
con la gran bestia roja.
Adornan los tótems de crema
para al príncipe deleitar
y mis llanos ha de adornar,
mi gran sed ellas cercenan.
Son gorditas como ellas,
las de gula sin límite
y rojitas como una comunista,
una que sea de verdad,
almas altruistas y dulces.
Su semen al ser molido
se hace un mar de sabor
que acompaña a mi pan,
a cual mozo poco comido
que engalana su merendar.
Guinda del Rincón,
nietas de mi abuelo,
volad a hacia mí ahora
que grande es mi deseo
de molerte en mi boca.




El Juglar


Esta mágica canción llamada "El Juglar" perteneciente al disco "Cuentos de Ayer y Hoy" (1978) del grupo de rock progresivo con tintes folk español, Ñu, es una canción que lleva décadas de existencia y que, sin embargo, sigue ahí, desconocida para muchos y adorada por quienes la conocemos.
En verdad, es una de las bandas en español que más me gustan (Sobre todo me gustan sus primeros discos que sonaban más progresivos). Es clara la influencia de los británicos Jethro Tull en el grupo pero no por ello los Ñu no tienen una identidad propia, identidad que ha sido modelada por la mente maestra por el flautista y líder, José Carlos Molina.
He aquí la letra de esta maravillosa canción la cual nos hace transportarnos al medioevo:


El Juglar
Le dijeron que era triste aquel lugar
Y se puso en camino.
 Se decía que un mal duende descartó
 Su maldad en aquel sitio.
 Al llegar allí las gentes comentaban
¿A qué viene este tipo?
Y en la noche él,
con su flauta, al son sonaba,
Su lamento y su quejido.
 Y esas gentes no tenian corazón,
 No sentían escrúpulos.
Se reían de él,
 le miraban con desprecio
 No tenían sentido.
 Murmuraban,
 e insultaban a su espalda,
No colaban ni cinco
Pero un día el yugo de su verdad
 Empezó a descubrirlos.
 Y hubo alguien que,
 atento a su verdad,
Llegó a llamarle amigo
Recordaron con respeto la palabra
 De aquel señor mendigo.
 Pues cantaba profecías y hechizaba
A las gentes con sonido.
Le llamaron libertad
igual que a su canción,
Siguiendo su camino.


sábado, 10 de septiembre de 2011

¿Por qué demonios "La Taberna de Amadís"?

¿Por qué demonios "La Taberna de Amadís"?


En la taberna el tiempo no pasa y los cuentos de ayer y hoy salen a la luz, en medio de alegres cánticos, risas amigas y bebida (Aunque yo no bebo). Ahí los secretos salen a la luz y siempre habrá una mano amiga dispuesta a ayudarnos y un amigo será quien nos auxilie cuando los ardides del amor nos jueguen malas pasadas. 
Esa taberna es como el final del arcoiris: Las busco pero no las encuentro y ambas tienen su toque místico. Espero no perderme en alguna calle de la gran ciudad porque puedo volverme de asfalto como gran parte de esta sociedad. 
¿Dónde está aquel lugar de dicha suprema en donde se narran leyendas y se escucha música Metal?
¡Ya estoy harto del reguetón que muchos consideran música y de los lugares en donde sólo se baila lo que sale en la radio! Es más, quisiera vivir en un pueblo más modesto que el pueblo en donde vivo, con calles empolvadas y caballos tirando de los carruajes, con la gente viviendo de la Madre Tierra, en un valle colmado de valles y arroyos en los cuales las ninfas se bañan desnudas (¡Ejalé!).
¡Al demonio! Con mi estratosférico sueldo de profesor de Matemática haré una taberna en donde suene la música que yo quiero y pobre del imbécil que de espectáculos que lo sacaremos a golpe de látigo pues si quiere batirse a duelo con alguien habrá un lote valdío en donde podrán ajustar cuentas con espada en mano (Las armas de fuego son de maricas, ¡Viva Pérez-Reverte!).














Por mientras, esta será mi taberna, en donde mis miles de disparates se dibujarán en un lugar que no puede ser rayado con un lápiz (Este mundo actual es demasiado curioso).

Sin Ton Ni Son


Sin ton ni son.

Quisiera echar a correr con las nubes y hacerme uno con tus suspiros. ¡La belleza vive en el silencio y la soledad! Y si me callo y me aparto a un monte lejando seré el privilegiado espectador de un sol que nace y muere cada día y de una luna que lo busca infatigablemente mas nunca lo halla.
Las nubes son trozos de algodón que algún dios olímpico usó para limpiar sus llagas a raíz de un lucha con un dios cristiano que es sordo y el amor es una amapola que sirve como droga para el humano, droga a la cual soy adicto.
Serafines me llevan a tu país, me muestran tus reyes y cortesanos. ¡Están hechos de madera pues nadie se mueve! ¡El fuego lame sus pies y todo es un absoluto caos!
¡Los leones me piden un beso y yo los araño y me alejo raudo como político en busca de votos a buscar un Santo Grial que un brujo papal escondió en alguna montaña de Europa! ¡Europa, la tierra de tantas culturas que sembraron civilización y terror en el resto del mundo!
Soy de peltre y en mí se vierten pociones, me usa una bruja pero no la quiero y la azoto contra el piso y uso sus ropajes para componer una guitarra echa de tela y toco un solo de metal neoclásico cuando nadie está para ser el único que disfrute con ello.
Miro por la ventana y veo montones de gente esperando bombas del cielo. Pero vuestro Dios está mal de presupuesto y, como nadie le presta atención, su reino entró en crisis y hacer un apocalipsis es cada vez más caro.
Me voy a duchar y en la radio dicen que se hizo un reality show de Matemáticas, en el cual sólo se vale resolver problemas de matemáticas todo el día y me comentan que una monja fue elegida Miss Mundo debido a sus extravagantes curvas.