sábado, 10 de septiembre de 2011

¿Por qué demonios "La Taberna de Amadís"?

¿Por qué demonios "La Taberna de Amadís"?


En la taberna el tiempo no pasa y los cuentos de ayer y hoy salen a la luz, en medio de alegres cánticos, risas amigas y bebida (Aunque yo no bebo). Ahí los secretos salen a la luz y siempre habrá una mano amiga dispuesta a ayudarnos y un amigo será quien nos auxilie cuando los ardides del amor nos jueguen malas pasadas. 
Esa taberna es como el final del arcoiris: Las busco pero no las encuentro y ambas tienen su toque místico. Espero no perderme en alguna calle de la gran ciudad porque puedo volverme de asfalto como gran parte de esta sociedad. 
¿Dónde está aquel lugar de dicha suprema en donde se narran leyendas y se escucha música Metal?
¡Ya estoy harto del reguetón que muchos consideran música y de los lugares en donde sólo se baila lo que sale en la radio! Es más, quisiera vivir en un pueblo más modesto que el pueblo en donde vivo, con calles empolvadas y caballos tirando de los carruajes, con la gente viviendo de la Madre Tierra, en un valle colmado de valles y arroyos en los cuales las ninfas se bañan desnudas (¡Ejalé!).
¡Al demonio! Con mi estratosférico sueldo de profesor de Matemática haré una taberna en donde suene la música que yo quiero y pobre del imbécil que de espectáculos que lo sacaremos a golpe de látigo pues si quiere batirse a duelo con alguien habrá un lote valdío en donde podrán ajustar cuentas con espada en mano (Las armas de fuego son de maricas, ¡Viva Pérez-Reverte!).














Por mientras, esta será mi taberna, en donde mis miles de disparates se dibujarán en un lugar que no puede ser rayado con un lápiz (Este mundo actual es demasiado curioso).

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