Deseo nadar por el sol,
Envuelto en las llamas
Como fénix del corazón
Cual cantiga os aclama;
Sí, anhelo escaparme,
Ser uno con el viento
Pues aún no es tarde,
Cabalgaré hasta Trento
Montando en aquel rocín
El de crines grisáceas
Que de efímera Fe teñí,
Vuelo de invierno,
Feas arpías en musas,
Ilustres son del averno,
Raídas son sus blusas.
Si llegase a ser tu Dios,
Placer las nubes lloverían,
Melodiosa sería mi voz,
Los faunos la luz verían;
Empero soy de la tierra,
Amante de esos senos,
Lava y pasión encierran,
De tesoros están llenos.
Si un príncipe fuera,
Flores a vuestra alcoba,
Juglares en alamedas,
Adiós a las voces bobas.
¿Por qué derrapas por lunas?
¿No lucháis contra gigantes?
Al sireno con las runas,
De almas soy asaltante.
En la cripta luz he de ser,
Menudo Voltaire de oro,
Sesgo de mentiras seré
En campos que atesoro.
Pastoril e inocente,
Perpetua y radiante,
Nada vil y muy gente
Os hizo vuestro sastre,
mesmo que os veo ahora
Afirmo que sois la noche,
Por muchos eclipses de horas,
Sin algún reproche,
Bajo fresnos, seguís allí,
Aunque caiga con Orfeo,
En jardines del alelí,
Cobijando camafeos.
Escrito por el Príncipe Amadís.
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